Seguro que alguna vez habreis pensado como sereis vosotros, profesores, padres y alumn@s, dentro de unos añitos. Pongamos que hablamos de 2018 (fecha no tan lejana) y hagamos un ejercicio de reflexión, os doy dos opciones, elige una y cuéntame por qué:
OPCIÓN 1
AÑO 2018, una mañana de lunes cualquiera. Los profesores, hartos de tantas demandas legales paternas, se niegan a comenzar a explicar hasta que no se reunan las condiciones que previamente les han concretado sus abogados. Unos segundos de silencio inundan el aula, hasta que un alumn@ decide protestar: "Yo no he venido aquí para esto; se aprende más en la calle". El profesor sin ánimo de increpar, se limita a decir que si no le gusta abandone las aulas, con el previo consentimiento paterno. Y así sucede, uno tras otro, las aulas se van quedando vacías. Estupendo para dar lecciones magistrales a las que nadie replicará. Horroroso para aquellos que ansian compartir, llenarse o interactuar con el placer de aprender.
Una legión de ciegos-sordos-mudos conformistas inunda las casas, columpios y esquinas, buscando la felicidad que el aula les quitaba y que la calle no les da; incapaces de decidir, reaccionar, cambiar... porque nadie les ha fomentado ese ansia evolucionista. Agarrándose a lo primero que les transporta a un mundo sin complicaciones y de risa fácil, ahogan sus vidas en el denso humo de un peculiar cigarrillo. Mientras los supuestos adultos (padres, madres, profesores...) se preguntan donde estuvo el error, encontrando como única respuesta la culpa del de enfrente.
Y así transcurren los años, dirigidos por gobernantes que nos llevan hacia sus intereses, incapaces de hacer frente a su berborrea dialéctica nos dejamos arrastrar hacia un futuro muy parecido al presente...
OPCIÓN 2
AÑO 2018, una mañana de lunes cualquiera. Los profesores hartos de ver la insatisfacción reflejada en las caras de padres, alumnos y compañeros, deciden gritar ¡basta! y ániman a tod@s a copiar su comportamiento, consiguiendo que la tierra entera tiemble al sonido de esa preciosa palabra: ¡BASTA!.La revolución cultural que inunda las calles abre los dormidos oidos de los políticos y pseudogobernantes que empiezan a CONSENSUAR entre todos leyes utilies que reflejen proyectos educativos duraderos. Se olvidan de los colores ideológicos para atender a las necesidades de ese pueblo que les elige, les paga y les sucederá.
Los alumnos toman las riendas de sus futuros y guiados-acompañados de esos adultos que confían en la fuerza del saber, comienzan una andadura que les aleja de la indiferencia y les llena el alma y el corazón. Las aulas, patios y sobremesas son para ellos una fuente de satisfación y liberación.
YO lo tengo claro, y tú ¿que opción eliges?
1 comentario:
(Me voy un par de años más lejos y te copio un artículo de la Wikipedia del 12 de marzo de 2020.)
"El actual modelo educativo hunde sus raíces en la crisis que sufrió la educación en España a principios de siglo.
Según el informe Pisa de 2009, España poseía el tercer peor sistema educativo del mundo, sólo delante de Burkina Faso y de una tribu de Venezuela que va por la selva en pelotas y se asusta de su propio reflejo.
Para testar si la educación era realmente tan mala, el entonces ministro de educación matriculó a un geranio en un instituto de Madrid sin decirle a nadie que era una planta. El geranio no sólo aprobó el curso, sino que en la actualidad es Concejal de cultura en Castellón.
A esta crisis se le sumó el boicot por parte de la derecha a la asignatura de Educación para la Ciudadanía, que acabó por movilizar a gran parte de la sociedad española bajo el lema: “Ser maricón no es una asignatura”.
El gobierno socialista se vio entonces forzado a eliminar dicha materia. A través de un gran pacto de Estado, se reformularon además todas aquellas asignaturas sobre las que pesaba la sospecha de contener una cierta ideología política. Así, en los libros de Historia, la Guerra Civil no la ganó nadie, al tiempo que dejaba de llamarse Guerra Civil para llamarse Discusión Nacional Subida de Tono.
Para 2013 la educación española ya estaba completamente libre de ideología tendenciosa, razón por la cual actualmente en España todo el mundo cree que descendemos de los monos, pero que a los monos los creó Dios en el sexto día del Big Bang.
En 2014 la OCDE saca a España del informe Pisa por considerar a sus ciudadanos, en palabras de su Secretario General, “demasiado estúpidos para nuestros baremos”.
En 2015 se corre la voz de que a varias promociones de ingenieros les aprobaron por buen comportamiento, lo que provoca que la gente deje de usar los puentes con el consiguiente caos circulatorio.
La crisis de la educación también tuvo sus consecuencias en el sector de la medicina. Esto quedó de manifiesto cuando, en 2016, el director del hospital Ramón y Cajal declaró: “Llevo toda la vida convencido de que un escalpelo era un pez, y me entero esta mañana de que es una especie de navaja, ¿puedes creerlo?”
La crisis de la educación en España alcanzó su punto álgido en 2019, año en que el Premio Nacional de las Letras fue declarado desierto y, a pesar de que los reyes esperaron más de una hora, desierto jamás se presentó."
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